A diez años de Laudato Si’, empresarios cristianos debaten cómo lograr una Argentina sustentable
Con la mirada puesta en el cuidado de la “casa común” y la inclusión social, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) celebró su 3° Jornada de Sustentabilidad bajo el lema “¿Queremos ser sustentables, de verdad?”. El encuentro, que reunió a más de 150 personas en el auditorio del Banco Galicia, en el microcentro porteño, conmemoró el décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco y convocó a empresarios, emprendedores, representantes del sector público y académico para reflexionar sobre los desafíos ambientales y sociales de la Argentina.
«Como empresarios cristianos creemos en la inclusión social a partir del trabajo. Hoy estamos frente a un nuevo ciclo económico que parece encaminado a la estabilización, y queremos ser optimistas. Pero ese futuro debe tener a las personas en el centro», sostuvo Silvia Bulla, presidenta de ACDE, al inaugurar la jornada. Por su parte, Ana Pico, directora ejecutiva de la entidad, remarcó la influencia del pontífice argentino: “Francisco puso el cuidado del planeta en el centro del debate global, y nos inspira a hacerlo también desde el mundo empresarial”.
Recursos abundantes, inclusión escasa
Durante el primer panel, referentes de sectores estratégicos como la energía, el agro y el agua destacaron el potencial de Argentina, pero también las tensiones entre desarrollo y sustentabilidad. Andrea Afranchi, especialista en transiciones energéticas, advirtió: “Tenemos recursos naturales, talento y energía emprendedora, pero también una enorme cantidad de personas excluidas”.
En la misma línea, la vicepresidenta del INTA, María Beatriz Giraudo, destacó la experiencia local en eficiencia agrícola: “Argentina es pionera en siembra directa, una técnica adoptada hace más de 40 años para cuidar el suelo y producir más con menos”. Por su parte, José Luis Inglese, del Consejo Latinoamericano del Agua, señaló la necesidad de integrar la gestión de agua, alimentos, energía y minería de forma sustentable: “Sin conocimiento y formación en disciplinas STEM no podremos competir a nivel global”.
Gabriela Aguilar, vicepresidenta de Excelerate Energy para América Latina, subrayó el rol del sector energético como motor de desarrollo: “Necesitamos jóvenes, diversidad, inversión y articulación con PyMES para aprovechar los recursos energéticos del país”.
Ciudades humanas y sostenibles
El segundo panel giró en torno al rol de las ciudades como escenarios clave del cambio sostenible. Mariano Gonzáles Sáez, del Canal de Isabel II, llamó a “gestionar inteligentemente el crecimiento urbano” y planificar con visión de largo plazo, respetando la libertad y la propiedad. Delfina Irazusta, de la Red de Innovación Local (RIL), advirtió sobre una “crisis de creencias” en torno a la sustentabilidad: “Necesitamos gobiernos eficientes, empresas de triple impacto y sociedades comprometidas”.
Federico Gatti, gerente de administración de Ledesma, destacó la necesidad de que las empresas asuman su rol social: “Cuando el Estado falta, debemos compensarlo. La ética, la educación y la innovación son pilares de la relación con la comunidad”.
Diversidad, inclusión y nuevas habilidades
El último bloque de la jornada se enfocó en cómo construir equipos de trabajo más humanos, diversos y capacitados. María Migliore, de Fundar, alertó sobre el desajuste entre el sistema educativo y el mundo laboral: “Tenemos chicos que no terminan el secundario y empresas que no encuentran personal. La articulación público-privada es clave para revertir esta máquina descalibrada”.
María Inés Podestá, de ALPI, y José Ramón, empresario tucumano, compartieron experiencias exitosas de inclusión laboral de personas con discapacidad. “La inclusión nos cambió la cabeza. No es fácil, pero la experiencia es maravillosa”, afirmó Ramón.
Un cierre con esperanza
La jornada concluyó con las palabras de Gastón Bourdieu, líder de la Comisión de Sustentabilidad de ACDE, quien llamó a construir una visión colectiva: “Con todos los recursos que tenemos, Argentina no puede aceptar un 40% de pobreza. El mensaje desde ACDE es para todos: sueñen, porque soñar es ponerse objetivos grandes”.