Buenos Aires fortalece su liderazgo en gestión de residuos: amplía la capacidad del Centro de Reciclaje de la Ciudad
Durante la jornada inaugural del Congreso Mundial de ISWA 2025, el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, anunció la ampliación y modernización del Centro de Reciclaje de la Ciudad (CRC), ubicado en Villa Soldati.
“Mejoramos la capacidad operativa del Centro de Reciclaje de la Ciudad, que fue pionero en reciclaje y es un ejemplo regional, para reducir los tiempos de procesamiento, y ampliamos la planta de tratamiento de PET para tratar más toneladas de plásticos por día. Invertimos en tecnología porque queremos marcar el camino en materia de gestión de reciclables”, destacó Baistrocchi.
El CRC es el primer complejo de su tipo en Argentina, y uno de los más avanzados de la región. Reúne seis plantas de tratamiento de residuos y un centro educativo, donde se promueve la concientización ambiental y el aprendizaje sobre economía circular.
Creado con el objetivo de dar tratamiento a las distintas fracciones de residuos sólidos urbanos que antes se destinaban a relleno sanitario, el centro aplica diferentes tecnologías según el tipo de material. En todos los casos, el propósito es valorizar los residuos y reintroducirlos en nuevas cadenas productivas, transformando lo que antes era desecho en insumo para distintas industrias.
El Centro de Reciclaje de la Ciudad (CRC) fue creado con el objetivo de darle tratamiento a las diferentes fracciones de residuos sólidos urbanos que se dirigían a ser relleno sanitario. El principal objetivo del CRC es valorizar el residuo transformándolo en materia prima para introducirlo nuevamente en distintas industrias. Los materiales que llegan al CRC provenientes de diferentes circuitos de recolección entran en cada planta y comienzan un proceso de transformación específico para ser recuperados.
Los escombros que se juntan mediante la recolección programada del 147 y de empresas volqueteras ingresan a la planta de áridos del CRC dónde luego de todo el proceso salen convertidos en granas y cascotes que son reutilizados para ser parte de nuevas obras de construcción.
Lo mismo sucede con los residuos orgánicos que son todos aquellos restos de comida de grandes generadores como por ejemplo hoteles, hospitales, cadenas de restaurantes, entre otros. Estos ingresan a la planta de orgánicos y se transforman en enmienda para enriquecer los suelos de parques y plazas de la Ciudad. Los restos de las podas que se realizan en la Ciudad, es decir las ramas y troncos que recolecta el 147, también ingresan al CRC pasando por la planta de forestales. Es ahí donde se cortan y trituran de diferentes tamaños para terminar en material para estructuras de suelos.
Las botellas PET tienen una planta especialmente para ellas donde se lavan, se separan por color y se trituran hasta convertirse en escamas plásticas. Con todo este proceso terminado salen del CRC con un valor agregado, para después ser ropa, botellas nuevas, baldes y escobillones.
Todo el papel, cartón, plástico, vidrio y metal que se recolecta en el interior de los contenedores verdes para reciclables de la Ciudad van al Centro Verde Automatizado. Luego de pasar por la máquina separadora se enfardan según el tipo de material y finalmente la cooperativa de Recuperadores Urbanos los puede vender para que se conviertan en nuevos objetos.
Con esta inversión, el Gobierno de la Ciudad refuerza su compromiso con la innovación en la gestión de residuos y con el cumplimiento de las metas de reducción y aprovechamiento de materiales reciclables, consolidando a Buenos Aires como referente regional en sostenibilidad urbana.

