Colapsó la planta de residuos del Este sanjuanino y tres intendentes se unen para reactivarla

La planta de tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos (RSU) del Este de San Juan, ubicada en el departamento de Caucete, se encuentra colapsada y fuera de funcionamiento, generando una seria crisis ambiental y operativa para la gestión de residuos domiciliarios de Caucete, 9 de Julio y 25 de Mayo.
Ante la gravedad de la situación, los intendentes Romina Rosas (Caucete), Daniel Banega (9 de Julio) y Rodolfo Jalife (25 de Mayo) realizaron una visita conjunta a las instalaciones, durante la cual firmaron un convenio de cooperación intermunicipal que busca poner en marcha un plan urgente de recuperación.
Un sistema clave que dejó de funcionar
La planta recibe diariamente las toneladas de residuos generadas en estos tres departamentos del este provincial. Su colapso no solo implica la acumulación de basura y la ausencia de tratamiento adecuado, sino que también representa un riesgo ambiental y sanitario para la región.
“Como ustedes saben, la planta está en el departamento de Caucete con muchas dificultades. Hemos tenido momentos en los que directamente no funcionaba, y eso complica mucho el tratamiento de los residuos», reconoció Rosas. «Este acuerdo es un paso importante para hacernos cargo del problema entre los tres municipios que conforman el consorcio original de la planta”, añadió.
Un convenio para encender las máquinas
El acuerdo contempla aportes económicos conjuntos, reparación de maquinarias y equipamiento dañado, y la coordinación de acciones con el Gobierno de San Juan para reactivar la operatividad de la planta. También se busca avanzar en la implementación de un esquema más eficiente para el tratamiento y la disposición final de residuos sólidos.
Problemas estructurales y deuda ambiental
La crisis de la planta de Caucete expone fallas estructurales en el sistema de gestión de residuos del Este sanjuanino, agravadas por la falta de mantenimiento y el crecimiento demográfico. Si bien la planta fue pensada como una solución sustentable y regional, la falta de planificación y presupuesto terminó por dejarla fuera de servicio, mientras la basura continúa acumulándose.
Este tipo de situaciones muestra la urgente necesidad de políticas ambientales sostenidas, que incluyan infraestructura moderna, financiamiento estable y educación ciudadana sobre separación y reducción de residuos. La reactivación de esta planta será una prueba clave para los tres municipios y también para el compromiso provincial con una gestión de residuos más sustentable y eficiente.
El convenio intermunicipal es un primer paso, pero la recuperación de la planta requerirá voluntad política, financiamiento y participación ciudadana para evitar que los residuos de hoy se conviertan en una carga ambiental para las próximas generaciones.