La Ciudad refuerza su capacidad de reciclaje con dos nuevas plantas en el Centro de Reciclaje de Villa Soldati

Con una inversión en tecnología y sustentabilidad, el Gobierno porteño inauguró obras clave para el tratamiento de residuos orgánicos y plásticos.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires finalizó dos nuevas obras en el Centro de Reciclaje de la Ciudad (CRC), ubicado en Villa Soldati, con el objetivo de potenciar su capacidad operativa y seguir avanzando en su política de gestión integral de residuos. Se trata de la reconfiguración de la Planta de Residuos Orgánicos y la puesta en marcha de una nueva planta de tratamiento de plásticos. Ambas intervenciones permiten mejorar la eficiencia del sistema y ampliar el volumen de materiales reciclables que se recuperan a diario.
“Trabajamos en equipos y líneas de tratamiento para ampliar la cantidad y calidad de los residuos recuperables generados en la Ciudad. Este es el primer centro de Argentina que reúne seis plantas y recupera casi 2.500 toneladas por día”, afirmó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, acompañado por el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.
El CRC es el único centro del país que concentra seis plantas de tratamiento de residuos en un mismo predio. Allí se gestionan unas 2.700 toneladas de materiales por día, en un esquema que combina tecnología, economía circular e inclusión social.
Más capacidad para transformar residuos orgánicos
La Planta de Residuos Orgánicos, que recibe materiales de grandes generadores como hoteles y restaurantes, y de los puntos verdes de la Ciudad, fue rediseñada para aumentar su capacidad operativa en un 50%. Ahora puede procesar más de 50 toneladas diarias de residuos, que se transforman en compost utilizado como fertilizante natural. La incorporación de nuevas tecnologías también permitirá reducir los tiempos de procesamiento en un 20%, acelerando la conversión de residuos en recursos.
Además del aumento en la capacidad, la modernización incluyó mejoras edilicias, como el recambio de cañerías para la extracción de gases, mayor iluminación y una mejor circulación interna para los camiones. También se incorporaron equipos más eficientes para todas las etapas del proceso: desde la recepción y clasificación de los residuos hasta la obtención del compost final. La planta combina métodos de compostaje como el sistema in vessel, aireación forzada y volteo mecanizado, lo que permite una mayor flexibilidad y aprovechamiento de los recursos.
Nueva planta para plásticos de bajo valor
Otra de las novedades es la instalación de una nueva planta de tratamiento de plásticos, que se suma a la ya existente dedicada al reciclaje de PET (como botellas). El nuevo módulo se enfoca en el procesamiento de Polietileno de Baja Densidad (PEBD), uno de los materiales más abundantes pero de menor valor en la generación de residuos urbanos.
Con un galpón de 400 metros cuadrados y equipamiento especializado, la planta puede tratar hasta 10 toneladas diarias de plásticos, que tras ser lavados y triturados se transforman en pellets. Estos se usarán, en parte, para producir bolsas recicladas destinadas al barrido urbano, cerrando así un ciclo de economía circular dentro del sistema de servicios públicos.
Esta iniciativa fue posible gracias a una alianza entre el Gobierno de la Ciudad, la cooperativa Baires CeroCon y la organización Delterra. Un aspecto destacado del proyecto es su enfoque inclusivo: mujeres en situación de vulnerabilidad fueron capacitadas y contratadas para trabajar en la nueva planta, integrando una estrategia que une sustentabilidad y empleo digno.
Un paso más en la economía circular
Las nuevas obras se suman a otro hito del 2024: la puesta en marcha de la planta de tratamiento de residuos mixtos. Este espacio permite gestionar materiales que no pueden ser reciclados por otras plantas del CRC ni por los Centros Verdes, como restos de obras menores, poda domiciliaria o muebles en desuso.
A través de procesos manuales y mecánicos, el material es clasificado y transformado en insumos útiles para la industria, lo que reduce notablemente la cantidad de residuos enviados a relleno sanitario. Con capacidad para procesar 700 toneladas por día, esta planta representó un salto clave en la infraestructura del centro.
Con estas ampliaciones, la Ciudad de Buenos Aires refuerza su compromiso con la gestión responsable de los residuos, apuesta a la innovación tecnológica y avanza hacia una política urbana basada en la sostenibilidad ambiental y la economía circular.