Ley de Presupuesto 2026: Alerta por el recorte de fondos para la Ley de Bosques y la falta de brigadistas forestales

La organización ecologista Greenpeace manifestó su preocupación ante la fuerte reducción presupuestaria que sufriría la Ley de Bosques Nativos durante 2026, por su importancia para controlar la deforestación ilegal. Además, advirtió sobre la escasez de brigadistas forestales en la Administración de Parques Nacionales, en un contexto de alto riesgo de incendios debido a la falta de precipitaciones durante el año.
“El financiamiento insuficiente disminuirá la capacidad de control que realizan los gobiernos provinciales sobre los desmontes ilegales, ya que el treinta por ciento de los fondos se destina a apoyo institucional. El resto se utiliza para promover la conservación y las actividades sustentables en los bosques”, explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Según el proyecto de Ley de Presupuesto 2026, recientemente presentado por el Poder Ejecutivo, se asignarían apenas 15.843 millones de pesos al financiamiento de la Ley de Bosques, cuando deberían ser 444.000 millones. Esto representa apenas el 3,5% de lo establecido por la normativa, que fija un mínimo del 0,3% del Presupuesto Nacional.
A la falta de recursos se suma la disolución del Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, dispuesta mediante el decreto 888/2024, lo que permitiría que los fondos antes destinados a la conservación sean utilizados con otros fines.
Argentina se encuentra entre los 15 países con mayor deforestación del mundo en las últimas tres décadas, con cerca de 7 millones de hectáreas desmontadas entre 1998 y 2023, según datos oficiales. El monitoreo satelital de Greenpeace estimó que solo durante 2024 se perdieron unas 150.000 hectáreas de bosques en el norte del país.
En paralelo, trabajadores de la Administración de Parques Nacionales denunciaron que cuentan con solo 363 brigadistas forestales, cuando el mínimo debería ser 700 para cubrir las cerca de 5 millones de hectáreas bajo su jurisdicción. A esto se suman denuncias por despidos, salarios insuficientes y contrataciones precarias.
La situación se agrava con la disolución del Fideicomiso Financiero y de Administración del Fondo Nacional del Manejo del Fuego, lo que genera incertidumbre sobre la disponibilidad de recursos para prevenir y combatir los incendios forestales.
“Estamos muy preocupados por un posible aumento de los incendios forestales durante esta primavera y el próximo verano, teniendo en cuenta la poca cantidad de precipitaciones y nieve caída durante este otoño e invierno en la región andino-patagónica. Es evidente el desinterés del gobierno nacional de afrontar seriamente la emergencia forestal y la crisis climática. Se precisan más brigadistas, más infraestructura y más prevención”, advirtió Giardini.
El procesamiento satelital de Greenpeace reveló que durante el último verano casi 32.000 hectáreas de Bosques Andino-Patagónicos fueron afectadas por incendios, cuadruplicando la superficie quemada respecto de la temporada anterior. Según la organización, se trató de los peores incendios de las últimas tres décadas en la región.