Lula inaugura la COP30 y pide hacer de la Amazonía el símbolo de la acción climática global

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La 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) comenzó oficialmente este lunes 10 de noviembre en Belém, estado de Pará, en el corazón de la Amazonía. Por primera vez, la principal conferencia mundial sobre el clima se celebra en una región que representa tanto la urgencia ambiental como la esperanza del planeta.

Durante dos semanas, líderes y negociadores de todo el mundo debatirán sobre cómo transformar los compromisos en acciones concretas y fortalecer las alianzas globales para enfrentar la crisis climática.

En la ceremonia de apertura, el presidente de Brasil, Luiz Ignácio Lula da Silva, destacó que llevar la COP30 a Belém fue “una decisión política y simbólica”, destinada a mostrar que la Amazonía es parte esencial de la solución climática, y no solo un tema de debate.

“El bioma más diverso de la Tierra alberga a casi cincuenta millones de personas, incluyendo cuatrocientos pueblos indígenas. La Amazonía no es una abstracción: es hogar, es economía, es cultura, es vida”, expresó Lula. “Cuando salgan de Belém, los delegados se llevarán consigo el compromiso de actuar, mientras que la gente de la ciudad se quedará con las inversiones que esta conferencia ha traído.”

El mandatario delineó tres pilares que deberían guiar las negociaciones: cumplir los compromisos climáticos existentes, fortalecer la gobernanza global y colocar a las personas en el centro de las decisiones. Además, propuso la creación de un Consejo Mundial del Clima, vinculado a la Asamblea General de la ONU, para mejorar la coordinación y la rendición de cuentas entre los países.

La “COP de la Implementación”

Lula definió a esta edición como la COP de la Verdad y la Implementación, un espacio para combatir la desinformación, defender la ciencia y acelerar la acción climática.

“Vamos en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada”, advirtió el presidente brasileño. “El cambio climático ya no es una amenaza del futuro; es una tragedia del presente.”

En la misma línea, el presidente de la COP30, embajador André Corrêa do Lago, sostuvo que esta conferencia marca “la década de la implementación del Acuerdo de París”.

“Esta COP debe ser recordada como la COP de Acción: la conferencia que convierte los compromisos en resultados”, afirmó. “Es hora de integrar el clima, la economía y el desarrollo, creando empleos, reduciendo desigualdades y fortaleciendo la confianza entre las naciones.”

Corrêa do Lago agradeció el esfuerzo colectivo que permitió llevar la COP a la Amazonía y subrayó el simbolismo de la palabra brasileña mutirão, que refleja el espíritu de cooperación de esta cita global.

“Una nueva era de resultados”

El secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU, Simon Stiell, destacó que la COP30 debe marcar un punto de inflexión en el proceso climático global.

“Estamos en la desembocadura del río más grande del mundo, y lo que nos enseña es que los grandes resultados provienen de la convergencia de muchos flujos. La COP debe funcionar de la misma manera: impulsada por la cooperación y la valentía”, dijo.

Finalmente, el presidente saliente de la COP29, Mukhtar Babayev, al traspasar simbólicamente la presidencia a Brasil, señaló que el mundo ingresa en “una nueva era de implementación”.

“De ahora en adelante, no hay lugar para promesas sin acción. Esta es la década de la ejecución, la solidaridad y la credibilidad”, afirmó, destacando que la COP de Belém debe profundizar los compromisos financieros y políticos alcanzados en Bakú, especialmente en favor de los países en desarrollo.

Con la mirada puesta en el futuro, la COP30 busca consolidar la Amazonía como epicentro de las soluciones climáticas globales, marcando el inicio de una etapa donde las promesas deberán traducirse en resultados tangibles.