Tecnología argentina rumbo a Medio Oriente: DEISA exporta planta de compostaje a Arabia Saudita

Deisa

Desarrollo de Equipos Industriales S.A. (DEISA), empresa argentina especializada en tecnologías para el tratamiento de residuos, concretó un nuevo hito en su estrategia de expansión internacional al exportar un reactor de compostaje rápido a Arabia Saudita.

La operación refuerza la proyección global de la compañía y confirma la capacidad de la ingeniería nacional para competir en mercados de alta exigencia con soluciones innovadoras y sostenibles.

Compostaje rápido y economía circular

El reactor desarrollado por DEISA permite transformar la fracción orgánica de residuos en compost de alta calidad en plazos significativamente menores que los métodos tradicionales. El equipo integra un sistema de control de temperatura, humedad y aireación que optimiza el proceso, reduce emisiones y genera un fertilizante natural libre de patógenos, apto para el uso agrícola.

Estos reactores, además, cuentan con sistemas cerrados que incluyen biofiltros para el tratamiento de gases de salida, lo que elimina la posibilidad de malos olores. Su diseño les permite operar en condiciones extremas, como bajas temperaturas o gran altitud, lo que los convierte en una alternativa viable para campamentos mineros y de oil & gas.

Innovación exportada

El envío a Arabia Saudita se suma a otras operaciones recientes de la empresa, como el abastecimiento de reactores de compostaje a Grecia y proyectos en Tailandia, consolidando así su presencia más allá de América Latina. En la región, DEISA ya ha llevado sus soluciones a Chile, Bolivia, Colombia, Uruguay, Paraguay y Brasil.

Con cada proyecto internacional, DEISA no solo amplía su alcance, sino que también fortalece la imagen de la industria argentina en el exterior. La compañía sostiene que su misión es acompañar a gobiernos, empresas e instituciones en la implementación de tecnologías que reduzcan el impacto ambiental y fomenten la valorización de los residuos.

La llegada de su tecnología a Medio Oriente abre nuevas oportunidades para la producción industrial nacional, mostrando que es posible competir globalmente con innovación y producción de origen local.