Ciudades inteligentes: del discurso tecnológico al desafío sostenible

Las llamadas ciudades inteligentes suelen definirse como aquellas que integran la tecnología digital y el análisis de datos en la gestión urbana. Sin embargo, esta descripción técnica resulta parcial. Para Federico Salcedo, especialista en Smart Cities, “antes que nada, se trata de ciudades sostenibles e inclusivas. El objetivo de estos proyectos es el desarrollo aplicado a la mejora de la calidad de vida ciudadana, además de la modernización tecnológica per se”.
El diseño de una ciudad inteligente se sostiene sobre múltiples ejes. Entre ellos, Salcedo destaca la movilidad sostenible, la inteligencia artificial aplicada a la gestión de servicios públicos y el uso de big data para la toma de decisiones. Esto abre un abanico de posibilidades para los gobiernos locales: desde iluminación pública inteligente o colectivos eléctricos, hasta medidas de bajo costo como capacitaciones ciudadanas, gestión de la huella hídrica, mejoras en espacios verdes o campañas de concientización.
En Argentina, más de 60 municipios forman parte de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina (RECIA). Este espacio funciona como un “nexo entre las necesidades públicas y las soluciones existentes”. La clave, advierten sus impulsores, es que el proceso no se limite al sector gubernamental: el rol del sector privado resulta imprescindible para materializar el concepto de ciudad inteligente.
Uno de los escenarios de debate será BIEL Light + Building Buenos Aires, feria en la que especialistas y empresas presentarán iniciativas de integración público-privada. Allí, la industria nacional tendrá un papel destacado. José Tamborenea, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), subraya: “Nuestro sector está capacitado para proveer los productos y servicios que se necesitan, con los más altos estándares internacionales. Entre ellos, herramientas de inspección satelital, sensores, luminarias inteligentes, o soluciones de asistencia remota en episodios médicos o de inseguridad. También impulsamos espacios como la BIEL Light + Building, donde muchas de estas propuestas se presentan a los responsables de la planificación urbanística de los municipios”.
Además de mejorar la gestión urbana, el desarrollo de ciudades inteligentes puede transformarse en un activo estratégico para la Marca País Argentina. Salcedo sostiene que “el mundo va hacia esa dirección, y si desarrollamos nuestro potencial podemos convertirnos en un centro de radicación del talento global”.
Por ahora, Buenos Aires es la única ciudad argentina incluida en el IMD Smart City Index, donde ocupa el puesto N° 131. No obstante, reportes internacionales han destacado avances en otras localidades como Mendoza, Rosario, Córdoba y Salta.
El desafío es claro: impulsar ciudades más inteligentes, inclusivas y sostenibles no solo representa una mejora en la calidad de vida urbana, sino que también abre el camino hacia un modelo de crecimiento competitivo, alineado con las demandas globales de innovación y sustentabilidad.