Empresas de Oil & Gas trazan hoja de ruta hacia la sostenibilidad en la AOG Expo 2025

AOG sus

En el marco de la AOG Expo 2025 se realizó la conferencia «Escenarios del desarrollo sostenible: ¿cuál es la hoja de ruta hoy?», un panel que reunió a destacados referentes del sector energético para debatir sobre los avances, desafíos y perspectivas en materia de sustentabilidad.

El encuentro contó con la participación de Jeanette Muro (TGS), Mariana Corti (Pampa Energía), Pamela Díaz (PCR) y Claudio Moreno (TGN), integrantes de la comisión de sustentabilidad del Instituto Argentino del Petróleo, quienes compartieron sus visiones sobre cómo la industria está respondiendo a los objetivos globales y qué acciones concretas se están implementando para cumplirlos.

Avances concretos en la industria

Durante su exposición, Jeanette Muro destacó los progresos alcanzados en los ocho ODS (seis, prioritarios y dos, transversales) en los últimos tres años. Estos últimos se reflejan en el trabajo que realizó la Comisión de Sustentabilidad del IAPG (Instituto Argentino de Petróleo y Gas) junto a la consultora Deloitte: Actualización de la contribución de la industria argentina del Petróleo y Gas. Estos progresos destacan gestión particularmente en materia de capacitaciónin DEI, iclusión y gestión de género (ODS 5), impulsados tanto por marcos regulatorios internos como por una mayor conciencia corporativa. Señaló que estos cambios no solo responden a una tendencia global, sino también a una demanda social creciente, donde empleados, comunidades y accionistas esperan que las empresas adopten prácticas más responsables.

Muro enfatizó que la sostenibilidad dejó de ser un objetivo accesorio para convertirse en una condición necesaria de competitividad, capaz de atraer talento, generar confianza y abrir nuevas oportunidades de financiamiento.

  • Equidad de género (ODS 5): incremento en la gestión y aumento de políticas.
  • Gestión del agua (ODS 6): mejoras en eficiencia y procesos de medición.
  • Energías renovables (ODS 7): incremento de inversiones en proyectos de energías limpias.
  • Trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8): prácticas de circularidad para reducir residuos y optimizar recursos.
  • Producción y consumo responsable (ODS 12): una reducción del 48% en emisiones y un 75% en eficiencia en gestión de recursos.
  • Acción por el clima (ODS 13): más compañías reportan emisiones en alcance 1 y 2.
  • Instituciones sólidas (ODS 16): prioridad en transparencia, ética e informes de sostenibilidad.
  • Alianzas para los objetivos (ODS 17): Incremento en las alianzas entre empresas que se vinculan con organizaciones del sector académico para la investigación y publicación de estudios de interés para el sector.

Finalmente, subrayó que estos avances son un reflejo de un cambio cultural en marcha, donde las empresas ya no ven la sostenibilidad como un requisito impuesto, sino como una ventaja competitiva. “Estamos frente a una transformación que requiere continuidad y coherencia. Los logros alcanzados muestran que cuando la industria se compromete, es posible avanzar hacia un modelo más inclusivo, eficiente y responsable. El desafío ahora es consolidar estas prácticas y escalarlas para que impacten en toda la cadena de valor”, concluyó.»

El contexto global de los ODS

Por su parte, Mariana Corti contextualizó el marco en el cual surgió la Comisión de Sustentabilidad del IAPG, remarcando que 2015 fue un año bisagra. “Ese año, además de la publicación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se firmó el Acuerdo de París, en un momento en que la comunidad internacional empezó a definir una hoja de ruta clara hacia un futuro más sustentable”, explicó.

Sin embargo, advirtió que el escenario actual presenta una realidad mucho más desafiante. La coyuntura global está marcada por lo que calificó como un “mundo en crisis permanente”, donde confluyen múltiples factores: conflictos bélicos, inseguridad alimentaria, crisis energéticas, inestabilidad social y el agravamiento de los fenómenos climáticos extremos.

Corti destacó que por este motivo “el trabajo que se viene impulsando desde la comisión en pos de promover una Hoja de Ruta sobre la contribución a los ODS de la industria de los hidrocarburos en la Argentina es fundamental. Es una plataforma de colaboración sectorial que permite evaluar el impacto actual y potencial de las operaciones, monitorear el progreso y comunicarlo de forma transparente”.

Sostenibilidad y cadena de valor

Desde una mirada integral, Pamela Díaz explicó que la sostenibilidad no se limita al aspecto ambiental, sino que abarca gobernanza, factores sociales y financieros.

Remarcó la importancia de marcos internacionales como SASB, GRI, IFRS, TCFD, normas ISO y API, que aportan respaldo técnico para certificar buenas prácticas. Aunque en Argentina el reporte de sostenibilidad no es obligatorio, cada vez más empresas –incluidas PYMES– adoptan acciones voluntarias para mejorar su impacto.

Díaz también resaltó la necesidad de mirar las diferencias dentro de la cadena de valor: “Dentro de la industria hay diversidad de situaciones. No tienen igual contexto ni los mismos recursos para abordar estrategias de sostenibilidad las operadoras o grandes empresas de servicio, que las pymes; incluso estas diferencias existen también, por ejemplo, entre las operadoras del convencional y las del no convencional. La industria tiene que promover un crecimiento armónico en materia de sustentabilidad, generando herramientas que permitan a los sectores más atrasados subirse a este desarrollo y mantenerse en él”, subrayó.

Asimismo, remarcó que la estrategia de sostenibilidad de una organización debe estar alineada con su estrategia de negocios, y no al revés: “Se debe propender a generar valor en las dimensiones de la sostenibilidad como consecuencia de acciones que desarrollen oportunidades y reduzcan riesgos en los negocios. La situación inversa, en la que solo se contempla la creación de valor en un solo sentido, no es sostenible a mediano o largo plazo”, advirtió.

Evolución de los estándares internacionales

Finalmente, Claudio Moreno puso el foco en la dimensión geopolítica y regulatoria de la sostenibilidad, analizando cómo el paradigma de desarrollo enfrenta un proceso de transformación profunda. “Pasamos de un esquema de localización de lo global y desnacionalización de lo local hacia una desarticulación de los consensos basados en reglas. Hoy vivimos en una situación de policrisis: guerras, tensiones en el abastecimiento energético y de alimentos, y la crisis climática, que presionan a las empresas a repensar sus estrategias”, señaló.

Moreno resaltó además la evolución de los estándares sociales, ambientales y de gobernanza (ESG) y el rol central del financiamiento en el futuro de la industria. Explicó los alcances de la Directiva Europea de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que fija criterios estrictos para grandes compañías, con aplazamientos diferenciados en función del tamaño de la empresa.

En ese marco, describió el impacto del enfoque de doble materialidad y la debida diligencia, que obligan a las organizaciones a evaluar no solo cómo los factores externos afectan su negocio, sino también cómo sus operaciones impactan en la sociedad y el ambiente. “Hoy hay un compás de espera tanto en Europa como en Estados Unidos respecto a la implementación de estas directivas. Existe disparidad de exigencias entre los Estados miembro, lo que genera incertidumbre, pero también oportunidades de adaptación estratégica para las empresas”, explicó.

Para Moreno, el camino es claro: “Las compañías deben seguir los estándares internacionales y responder a los requerimientos en función de su estrategia de negocios, identificando riesgos y oportunidades. Solo así podrán sostener su competitividad y legitimidad en este nuevo escenario global”, concluyó.

Colaboración y ética como pilares

El panel coincidió en que la hoja de ruta hacia un desarrollo sostenible requiere esfuerzo conjunto, compromiso auténtico y responsabilidad en todos los niveles. La transparencia, la gestión ética y la colaboración multisectorial fueron señaladas como los pilares que permitirán construir un futuro más resiliente y sustentable para la industria energética.

Para acceder al informe hace click  aquí