Federico Langguth: “En Adium el reporte nos permitió alinear el propósito con la gestión”

ADIUM Federico

En el marco de la presentación del Reporte de Sostenibilidad 2024, Adium – compañía farmacéutica regional dedicada a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de medicamentos innovadores en América Latina – reafirma su compromiso con la gestión responsable, la transparencia y la mejora continua. Conversamos con Federico Langguth, Gerente Corporativo de Ingeniería Industrial, quien repasó la evolución del trabajo en materia ambiental, social y de gobernanza, y destacó cómo el proceso permitió integrar iniciativas históricas bajo una estrategia común.

 

—¿Por qué es importante para Adium presentar este nuevo reporte de sostenibilidad?

—En realidad, muchas de las acciones que hoy forman parte del programa de sostenibilidad comenzaron hace muchos años. Tenemos un área de EHS corporativo desde 2005, compliance desde 2015, un programa de eficiencia energética desde 2020 y una gestión de indicadores ambientales y de seguridad desde 2019. Lo que hicimos fue ordenar y nuclear todas esas iniciativas bajo un mismo marco.

Allá por 2019 empezamos a notar que existían programas sólidos, pero algo atomizados. Entonces decidimos construir un programa integral de sostenibilidad. Con el año 2020 cerrado, hicimos el primer relevamiento, desarrollamos la matriz de materialidad —basada en estándares GRI y SABS— y desde ahí publicamos reportes anuales que nos permiten seguir una hoja de ruta y priorizar los temas relevantes para la compañía y nuestros grupos de interés.

 

—¿El proceso ayudó a orientar la estrategia y la gestión interna?

—Totalmente. Lo primero que nos dio fue una foto clara de dónde estábamos: qué áreas ya tenían líneas de trabajo consolidadas, dónde había iniciativas sin conexión, y en qué temas debíamos definir una postura.

A partir del segundo reporte, en 2022, se creó un Comité de Sostenibilidad integrado por el CEO y sus reportes directos. Ese espacio define cada año la estrategia, los temas prioritarios y los recursos a asignar. Hoy la sostenibilidad es un tema que se discute al más alto nivel dentro de la compañía.

 

—En el reporte se mencionan seis valores que estructuran la gestión. ¿Cómo se vinculan con el propósito de Adium?

—Cuando empezamos a ordenar la información, partimos de nuestro propósito: mejorar la calidad de vida de las personas en Latinoamérica.

Desde ahí, identificamos los temas más relevantes para cumplir ese propósito. En nuestra matriz de materialidad los ejes centrales están vinculados al paciente, la integridad y la calidad del producto. Luego incorporamos temas ambientales, sociales y de igualdad, pero siempre sin perder el enfoque en el paciente, que es el corazón de lo que hacemos.

Tenerlo escrito y alineado nos permitió ordenar la gestión y priorizar iniciativas que estén en línea con el propósito y no solo con las tendencias del momento.

 

—¿En qué creen que Adium se diferencia del resto de la industria?

—En que traemos tratamientos verdaderamente innovadores para la región y generamos las condiciones para su correcta administración. Eso incluye validar cadenas de suministro, capacitar médicos y trabajar con asociaciones de pacientes. No se trata solo de comercializar un producto, sino de garantizar que el tratamiento se aplique de la mejor manera posible.

 

—Justamente mencionás la capacitación médica. ¿Qué rol tiene en la estrategia de Adium?

—Es clave. Tenemos un área específica, Medical Affairs, que se encarga de la difusión científica y la formación médica. Hay un gran esfuerzo por generar conocimiento sobre enfermedades y tratamientos innovadores, lo que también fortalece la confianza y la calidad de la atención al paciente.

 

—En materia ambiental, ¿cuáles son los principales avances entre el reporte 2023 y el 2024?

—Identificamos tres pilares de impacto: residuos, energía y agua.

Durante el último año tuvimos mejoras sostenidas, especialmente en reciclaje y gestión del agua, donde los indicadores muestran avances concretos. En energía mantenemos una línea estable, pero con proyectos en curso. Además, en 2024 incorporamos por primera vez la medición de huella de carbono, lo que nos permite avanzar hacia una estrategia más completa de eficiencia energética y mitigación.

En el reporte destacamos la eficiencia lograda en la gestión de recursos: reducción del 2% en el consumo de agua por unidad producida, que pasó a 1,16 litros, consumo energético estable en 1,68 megajulios por unidad, incremento del reciclaje de residuos sólidos a 44,66%, frente al 42% del año anterior.

Si se compara con 2020, año inicial de los reportes, las mejoras son aún más notables: el consumo de agua por unidad bajó un 33%, el energético un 31%, y el volumen de residuos se redujo en más de un 8%.

—Pasemos a la “G” del ESG: ¿cómo abordan la gobernanza y el compliance?

—Desde 2015 tenemos un programa de compliance con una estructura corporativa y oficiales locales en cada filial. El Código de Ética regula temas como la competencia leal, las políticas antisoborno y antilavado, la protección de datos personales y la relación con instituciones médicas.

Además, trabajamos de forma transversal en protección de datos de colaboradores, médicos y pacientes, reforzando los estándares de confidencialidad y seguridad de la información.

 

—¿Y cómo se integra Medical Affairs dentro de la gobernanza?

—Forma parte de la estructura de gobierno corporativo porque define cómo hacemos las cosas. Desde esa área se generan las condiciones adecuadas para la administración de tratamientos, incluyendo la validación científica y la relación con asociaciones de pacientes. Es un punto donde ciencia, ética y gestión confluyen.

 

¿Dónde está puesta la estrategia social de la compañía? ¿En qué ejes trabajan concretamente?

—Nosotros el foco social lo tenemos dividido en tres grandes ejes. El primero está orientado hacia adentro de la compañía, hacia nuestros colaboradores. Y no se trata solo de condiciones laborales, remuneraciones o beneficios, sino de brindar oportunidades de desarrollo profesional. Apostamos a capacitaciones continuas, programas de mentoría, liderazgo y, algo muy importante, a lograr equilibrio entre la vida personal y la profesional.

El segundo eje tiene que ver con el paciente. No solo ponemos el foco en el producto, sino también en garantizar que los tratamientos innovadores y necesarios lleguen efectivamente a quienes los necesitan. En ese sentido, tenemos programas como el de NPPs, que permite enviar productos específicos a determinados países o pacientes cuando el acceso local no está disponible. También trabajamos para que los medicamentos sean accesibles a poblaciones vulnerables y garantizar así equidad en el acceso a la salud.

Y el tercer eje está vinculado con el trabajo con la comunidad. Desde 2024 implementamos un comité de responsabilidad social en cada una de nuestras filiales, integrado por Recursos Humanos, el gerente general y el compliance officer. Estos comités detectan oportunidades locales, priorizan iniciativas y luego las elevan para aprobación corporativa. Así logramos que la acción social sea genuinamente territorial, con conocimiento local.

 

—La diversidad de género también se destaca en el reporte. ¿Cómo está compuesta hoy la estructura de Adium?

—Actualmente, el 51% de nuestros colaboradores son mujeres y un 48% hombres. En el comité ejecutivo, que depende directamente del CEO, el equilibrio es 50/50, y eso se ha dado de manera natural.

Tenemos una política de no discriminación que está integrada al Código de Ética y se aplica a todos los procesos de selección. No buscamos cumplir un indicador, sino que la diversidad sea una consecuencia natural de una cultura abierta y meritocrática.

 

—¿Dónde considerás que Adium tiene hoy su mayor impacto social?

—Creo que el mayor impacto está en acercar innovación terapéutica a los pacientes latinoamericanos y hacerlo con una mirada responsable, ética y sustentable. Cada paso que damos en materia de sostenibilidad tiene como fin último mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades donde operamos.

 

¿Cómo vinculan esta estrategia social con los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

—Estamos alineados con varios ODS, pero hay algunos en los que nuestro trabajo es más directo. Por ejemplo, en el ODS 7, sobre energía asequible y no contaminante, venimos trabajando desde 2024 con la medición de huella de carbono en alcances 1 y 2, para entender y reducir nuestras emisiones.

En San Juan (Argentina) firmamos un contrato mediante el cual el 80% de la energía eléctrica que utiliza la planta proviene de fuentes renovables. En Brasil, contamos con una planta fotovoltaica para autogeneración de energía, y en otros países con matrices limpias, como Paraguay o Uruguay, enfocamos esfuerzos en eficiencia energética, especialmente en climatización y control de aire, que representa el 60% del consumo de nuestras plantas.

En cuanto al ODS 8, “Trabajo decente y crecimiento económico”, hoy brindamos empleo directo a más de 7.300 personas en la región, además de todo el universo de contratistas con los que trabajamos.

También tenemos un fuerte compromiso con el ODS 9, innovación e infraestructura, ya que realizamos inversiones importantes, como la ampliación de la planta de San Juan, incorporando equipamiento de última generación.

Y, por supuesto, el ODS 13, acción por el clima, es central para nosotros: medimos, reducimos y gestionamos nuestras emisiones.

Finalmente, creo que el ODS 17, alianzas para lograr los objetivos, resume nuestro enfoque. La sostenibilidad se construye con otros: con proveedores, con comunidades, con instituciones educativas. Y eso es lo que nos motiva a seguir.