“Hacia un futuro sin residuos o hacia un planeta sin futuro”: la mirada de Atilio Savino en la previa al Congreso ISWA en Buenos Aires

Savino

La contaminación por residuos es uno de los problemas más visibles y urgentes de nuestra época. Según el informe Waste Management Outlook de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) y el PNUMA, en 2050 el mundo podría generar 317.200 millones de toneladas de basura, casi el triple que en 2020.

Con este telón de fondo, Buenos Aires será sede del Congreso y Exposición Mundial de ISWA, del 27 al 29 de octubre, bajo un lema contundente: “Hacia un futuro sin residuos o un planeta sin futuro”. Allí se debatirán estrategias para frenar la generación de desechos y avanzar hacia una economía circular.

Para conocer más sobre los desafíos y oportunidades de este encuentro, dialogamos con Atilio Savino, presidente de la Asociación de Residuos Sólidos (ARS) e integrante de ISWA.

–Cuando usted habla de “re-imaginar los residuos”, ¿qué significa exactamente?

A.S.: Básicamente, pensar distinto. Si queremos de verdad transitar hacia una economía circular, tenemos que rediseñar los productos. Es decir, imaginar objetos que, al terminar su vida útil, puedan transformarse en recursos. Que lo que hoy llamamos basura se convierta en materia prima secundaria. Y al mismo tiempo, reducir al máximo la generación de residuos.

–¿Y cómo se traduce eso en América Latina y el Caribe?

A.S.: El gran desafío es institucional. La mayoría de los países carecen de planes nacionales sólidos de gestión de residuos. Necesitamos gobiernos que se tomen el tema en serio, con financiamiento y con reglas claras que también involucren al sector privado. Y claro, los ciudadanos también tenemos que cambiar: consumir de forma más responsable y separar la basura en casa.

–¿Hace falta más legislación para ordenar el sector?

A.S.: Más que nuevas leyes, lo que hace falta es que se cumplan las que ya existen. Y algo clave: avanzar en la responsabilidad extendida del productor, algo que en Argentina todavía está pendiente. Esa herramienta no solo ordena el sistema, sino que genera los fondos necesarios para financiar la transición hacia la economía circular.

–¿Qué relación hay entre los residuos y el cambio climático?

A.S.: Aunque el sector de residuos genera apenas el 5% de las emisiones globales, puede ser parte de la solución. En Europa, el 20% de las medidas de reducción de gases de efecto invernadero están vinculadas a este sector. ¿Cómo? Por ejemplo, evitando que los residuos orgánicos terminen en rellenos sanitarios, porque allí producen metano, un gas mucho más potente que el CO₂.
Además, capturar ese biogás y transformarlo en energía crea un círculo virtuoso: reducís emisiones y aportás a la matriz energética.

–¿Cuál es el rol de ISWA en todo este proceso?

A.S.: Promover sistemas que conviertan los residuos en recursos: reuso, reciclado, creación de mercados de materias primas secundarias. También ayudamos a garantizar transparencia y trazabilidad, y a transferir conocimiento y tecnología a quienes lo necesiten.

–El Congreso vuelve a Buenos Aires después de 20 años. ¿Qué esperan de esta edición?

A.S.: Muchísimo. Esperamos superar los 1000 participantes, no solo de Argentina y la región, sino también de Europa, Estados Unidos, Canadá, Asia, África y Oceanía. Además, se sumará un Congreso Iberoamericano donde se podrán presentar trabajos en español. Queremos que el lema del encuentro resuene fuerte: “Hacia un futuro sin residuos o hacia un planeta sin futuro”.

–¿Qué objetivos se plantearon desde la ARS para este evento?

A.S.: Queremos un Congreso abierto y participativo. Que se sumen representantes de distintos sectores, porque de esa diversidad van a salir las mejores soluciones. Buenos Aires va a ser, por unos días, la capital mundial de la discusión sobre el futuro de los residuos. Y para nosotros es un orgullo abrir los brazos y recibir a todos los que quieran aportar a esta causa.