Industria química: cómo se complementan el enfoque ESG y el Programa de Cuidado Responsable del Medio Ambiente

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En un escenario global donde la sostenibilidad se vuelve una prioridad transversal, las empresas enfrentan el desafío de adaptar sus operaciones a estándares cada vez más exigentes. En este contexto, dos herramientas clave emergen como aliadas estratégicas para la industria química y petroquímica: el enfoque ESG (Environmental, Social and Governance) y el Programa de Cuidado Responsable del Medio Ambiente® (PCRMA®).

Aunque tienen orígenes distintos, ambas iniciativas comparten objetivos fundamentales y pueden integrarse de manera complementaria. El enfoque ESG es un estándar transversal, adoptado por empresas de todos los sectores y muy valorado por inversores y otros actores clave, mientras que el PCRMA® –conocido internacionalmente como Responsible Care®– es un programa voluntario y específico del sector químico, con un fuerte componente técnico y operativo.

Un programa con historia y proyección internacional

El PCRMA® nació en Canadá en 1984 y hoy se implementa en más de 70 países. En Argentina, su administración está a cargo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®), y cuenta con acreditación bajo la norma IRAM-ISO/IEC 17067:2015, esquema tipo 6, del Organismo Argentino de Acreditación (OAA).

El programa promueve principios de mejora continua en áreas clave como la salud ocupacional, la seguridad de procesos, el cuidado ambiental y la gestión de riesgos, abarcando no solo a las empresas del sector sino también a toda su cadena de valor.

ESG: un marco global de evaluación

Por su parte, el enfoque ESG permite evaluar el desempeño empresarial en tres pilares: Ambiental, Social y de Gobernanza. Es una herramienta que las compañías adoptan para fortalecer su reputación, atraer talento, cumplir con normativas y demostrar solidez a largo plazo ante inversores y stakeholders.

“La implementación del PCRMA® es una herramienta concreta para que las empresas del sector gestionen y mejoren su desempeño ambiental y social, que son precisamente los pilares evaluados por ESG. No son marcos competitivos, sino complementarios: uno ofrece el marco operativo y el otro, el marco de evaluación y comunicación del compromiso empresarial con la sostenibilidad”, destacó el Ing. Rolando García Valverde, Líder de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente de la CIQyP®.

Gobernanza: el desafío pendiente

A pesar de las coincidencias, hay una diferencia clave: el pilar de Gobernanza del ESG –la “G”– abarca cuestiones como la estructura del directorio, la ética corporativa, la transparencia financiera y el cumplimiento normativo. Estas dimensiones exceden el alcance técnico del PCRMA® y exigen a las empresas implementar políticas de gobernanza sólidas para cumplir con los estándares ESG en su totalidad.

Complementariedad estratégica

La conclusión es clara: el PCRMA® y el enfoque ESG no solo no compiten entre sí, sino que se potencian. Mientras el programa Responsible Care® aporta una base operativa para la gestión responsable y la mejora continua en la industria química y petroquímica, ESG actúa como un marco de comunicación y evaluación que permite mostrar esos avances de forma clara y transparente ante los distintos grupos de interés.

Frente a un entorno cada vez más demandante en términos ambientales y sociales, integrar ambos enfoques se presenta como una estrategia efectiva para avanzar hacia una industria más sostenible, transparente y resiliente.