Las empresas no invierten lo suficiente en adaptación climática pese a los crecientes riesgos

Una nueva investigación publicada por Marsh, corredor de seguros y asesor de riesgos del mundo y una empresa de Marsh McLennan (NYSE: MMC), revela una brecha preocupante entre el reconocimiento de los riesgos climáticos y la inversión efectiva en medidas de adaptación. El informe destaca que, aunque existe una conciencia generalizada sobre los impactos del cambio climático, las organizaciones no realizan análisis exhaustivos de costo-beneficio que justifiquen mayores inversiones en prevención, pese a que cada dólar invertido puede evitar hasta 30 veces más en costos de reconstrucción.
La Encuesta de Adaptación Climática 2025 de Marsh recopila las respuestas de administradores de riesgos de todo el mundo y ofrece una radiografía del modo en que el sector privado está enfrentando los desafíos climáticos. Según los resultados, el 78 % de las organizaciones ya experimenta impactos relacionados con el clima —como inundaciones, olas de calor y estrés hídrico— y el 74 % reporta pérdidas de activos o interrupciones operativas por estos eventos. Sin embargo, solo el 38 % realiza evaluaciones detalladas de riesgo climático, y un 22 % directamente no evalúa los impactos futuros.
En Latinoamérica, el informe alerta sobre un escenario particularmente crítico: durante 2023, varias localidades superaron los 45 °C, un registro muy por encima de los promedios históricos. La temperatura media regional se ubicó 0,82 °C por encima del promedio 1991-2020 y 1,39 °C sobre la línea base 1961-1990, evidenciando un incremento sostenido de eventos extremos.
La encuesta también detecta diferencias significativas por región: Asia fue la más afectada por eventos climáticos extremos en los últimos tres años (73 %), seguida por India, Medio Oriente y África (68 %), Canadá (67 %) y Latinoamérica y el Caribe (32 %). Además, Marsh advierte que los riesgos sistémicos, como las dependencias en infraestructuras críticas y cadenas de suministro, tienden a ser subestimados, lo que podría amplificar los impactos de los eventos climáticos.
Otro hallazgo clave es que el 40 % de los encuestados considera que su organización no cuenta con financiamiento suficiente para implementar una adaptación climática efectiva. Entre las principales barreras, señalan la priorización de otros objetivos comerciales, la falta de conocimiento sobre escenarios climáticos futuros y la competencia por recursos limitados.
Ante este panorama, Marsh está desarrollando nuevas soluciones de cobertura de seguros que integran análisis avanzados de riesgos y escenarios climáticos. Entre ellas se destaca Sentrisk, una herramienta que permite mapear cadenas de suministro, detectar vulnerabilidades y fortalecer la resiliencia organizacional. Estas herramientas buscan no solo transferir los riesgos financieros asociados a eventos extremos, sino también incentivar inversiones preventivas y promover una gestión integral y proactiva del riesgo climático.
“Nuestra investigación revela que, en Latinoamérica, al igual que a nivel global, las organizaciones no están invirtiendo consistentemente en adaptación climática frente a la gravedad de los riesgos identificados. Es urgente adoptar un enfoque holístico que integre evaluaciones tanto a nivel de activos como sistémico, incorporando la adaptación climática en los marcos de gestión de riesgos empresariales. A medida que los peligros climáticos se intensifican, la planificación proactiva de la resiliencia es fundamental para proteger los activos, mantener las fuentes de ingresos y garantizar la viabilidad empresarial a largo plazo en un contexto de creciente vulnerabilidad climática”, señaló Rodrigo Suárez, Líder de Clima y Sostenibilidad para Marsh Latinoamérica y el Caribe.