Mercedes Saraceni: «NERA impulsa el financiamiento sostenible para democratizar la innovación en el agro»
Durante el foro “La agricultura regenerativa es rentable”, organizado por Syngenta, Mercedes Saraceni, directora de NERA, destacó el papel clave que cumplen las entidades financieras y las plataformas digitales para motorizar inversiones en el sector agropecuario argentino y ampliar el acceso a herramientas de innovación, especialmente para pequeños y medianos productores.
“El agro invierte 15.000 millones de dólares al año en los seis principales cultivos, y el 75% de esa inversión se hace con capital de terceros”, señaló Saraceni. En ese contexto, resaltó la importancia de las cuatro entidades que hoy integran NERA —Santander, Galicia, Banco del Sol y Comafi— como palancas para el desarrollo de nuevas iniciativas.
La ejecutiva explicó que el objetivo de la plataforma es democratizar el acceso a beneficios financieros, tecnológicos y comerciales, que históricamente se concentraron en grandes productores. “A través de NERA podemos acercar estas herramientas también a los pequeños y medianos, que son fundamentales para la actividad productiva del país”, afirmó.
Actualmente, la organización trabaja con tres modalidades de convenios de sustentabilidad:
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Buenas prácticas agrícolas, con alianzas como la firmada junto a Syngenta y Banco Galicia para la agricultura regenerativa, que permite acceder a tasas diferenciales.
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Proveedores de triple impacto, como empresas de energía renovable o plataformas de trazabilidad.
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Productos o servicios específicos, desde biológicos hasta drones para agricultura de precisión.
En lo que va del año, NERA financió cerca de 12 millones de dólares, alcanzando a 400 productores que aplican prácticas de agricultura regenerativa, aunque Saraceni remarcó que la adopción aún ronda el 20% y el potencial de crecimiento es enorme.
La ejecutiva subrayó además que el financiamiento en Argentina todavía representa un porcentaje bajo en comparación con la región, pero las condiciones políticas y económicas impulsan una tendencia creciente. “Eso significa más capital para el campo y para la industria, en un escenario donde las demandas de los consumidores y las exigencias normativas también empujan hacia la sostenibilidad”, explicó.
En ese sentido, los bancos tienen un rol clave en la descarbonización de sus carteras y en el direccionamiento de capital hacia actividades más resilientes. “La agricultura regenerativa une los dos mundos: mitiga el impacto climático y a la vez regenera suelos y captura carbono”, sostuvo Saraceni.
Finalmente, destacó la importancia de la tecnología para dar visibilidad y acceso a estas alternativas. “Hoy cualquier productor puede consultar en línea los convenios disponibles y acceder en un clic a la financiación para proyectos sustentables, como la instalación de un biodigestor. Creemos que Argentina tiene el potencial para convertirse en un proveedor de alimentos sostenible para el mundo, y el financiamiento será clave para desplegar todo ese potencial regenerativo”.