Proyecto San Jorge: la empresa presenta ajustes al informe ambiental tras observaciones oficiales

Minera San Jorge

La empresa Minera San Jorge, responsable del proyecto PSJ Cobre Mendocino, dio un nuevo paso en su intención de construir una mina de cobre en Uspallata. Esta semana presentó respuestas a las observaciones y recomendaciones realizadas por organismos sectoriales al informe de impacto ambiental (IIA), en el marco del proceso que podría culminar con la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), requisito indispensable para iniciar la construcción y operación del yacimiento.

Luego del dictamen central emitido por la Fundación UNCuyo, un total de 16 organismos públicos —incluidos EPRE, Biodiversidad, Áreas Protegidas, Irrigación, Vialidad, Patrimonio Cultural, y Transición Energética, entre otros— emitieron sus comentarios técnicos, señalando aspectos críticos del proyecto vinculados al uso del agua, la gestión energética, la fauna y el manejo de residuos. Minera San Jorge solicitó una prórroga para responder con medidas específicas de adecuación, lo que finalmente concretó esta semana.

Uno de los aspectos destacados fue el reconocimiento, por parte de la Dirección de Transición Energética, del enfoque de PSJ de utilizar energía eléctrica para las operaciones industriales y de incorporar fuentes renovables conectadas a la red. En línea con este enfoque, la empresa confirmó que sumará al informe ambiental un Plan de Gestión Energética, junto a indicadores de eficiencia y estrategias específicas para el uso de energías limpias, particularmente en los servicios auxiliares de la operación.

El proceso para la aprobación final aún debe atravesar etapas clave: se deberá realizar una audiencia pública, luego la Autoridad Minera dictará su resolución, y en caso de ser favorable, la decisión deberá ser ratificada por la Legislatura de Mendoza.

El proyecto se ubica en el cerro San Jorge, una zona de alta sensibilidad ambiental, lo que ha generado amplio debate en la provincia. La revisión del estudio de impacto ambiental y la respuesta de la empresa a las observaciones representan un punto crítico en la definición del futuro del proyecto y del modelo de desarrollo minero en Mendoza.