Ginebra: la última oportunidad para un tratado mundial ambicioso contra la contaminación por plásticos
Del 5 al 14 de agosto de 2025, la ciudad de Ginebra (Suiza) será sede de un momento clave en la lucha global contra la contaminación por plásticos: se reanudará la quinta y última ronda de negociaciones para alcanzar un Tratado Mundial sobre los Plásticos (INC-5.2), en el marco del mandato de las Naciones Unidas. Esta cumbre puede representar la última oportunidad real para alcanzar un acuerdo con respuestas proporcionales a la magnitud de la crisis ambiental que enfrenta el planeta.
En esta etapa decisiva, el proceso se encuentra profundamente tensionado entre dos bloques con visiones opuestas. Por un lado, los denominados “petroestados” o “grupo de los afines”, han adoptado una postura reticente a avanzar hacia un acuerdo vinculante y se han enfocado en restringir el alcance del tratado a medidas posteriores al consumo, como la gestión de residuos y el reciclaje. Por el otro, un conjunto de países conocidos como “Estados ambiciosos” insiste en medidas más contundentes y estructurales.
Entre las exigencias clave de este bloque progresista, se destacan:
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Abordar todo el ciclo de vida del plástico, desde su producción hasta su descarte, lo que implicaría limitar la fabricación global de plásticos vírgenes.
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Prohibir progresivamente sustancias químicas peligrosas y productos plásticos altamente problemáticos, como ciertos aditivos tóxicos y microplásticos de uso intencional.
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Rediseñar productos plásticos para que sean más duraderos, reciclables y con mayor contenido reciclado, excluyendo sustancias que impiden la circularidad.
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Crear un mecanismo financiero internacional, basado en el principio de “quien contamina paga”, para apoyar a países en desarrollo y pequeños Estados insulares en la implementación del tratado.
Ginebra aparece así como un punto de inflexión: si no se logra un consenso ambicioso, el mundo podría quedarse con un acuerdo limitado que no resuelva el problema en su raíz.
Durante las rondas previas de negociación, los Estados ambiciosos han manifestado su compromiso a través de diversas declaraciones:
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“Bridge to Busan”, lanzada en el INC-4 (Ottawa, abril 2024), buscó tender puentes hacia un acuerdo fuerte.
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“Stand up for Ambition”, firmada durante el INC-5 en Busan (diciembre 2024), reafirmó el llamado a medidas integrales.
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En junio de 2025, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3) en Niza, Francia impulsó el “Llamamiento de Niza”, un respaldo político a un tratado ambicioso firmado por 96 países.
Según organizaciones ambientales, científicos y referentes sociales, los plásticos no solo son un problema de residuos: representan una amenaza para la salud humana, la biodiversidad, el cambio climático y los derechos de las generaciones futuras. Actualmente, se producen más de 400 millones de toneladas de plástico por año, y menos del 10% se recicla efectivamente.
Las miradas están puestas en Ginebra, donde la comunidad internacional deberá decidir entre mantener el statu quo o impulsar una transformación histórica en la forma en que producimos, usamos y descartamos los plásticos. El tiempo se agota y el planeta no puede esperar.