La COP30 celebró un evento de alto nivel para reconocer los avances de la Agenda Mundial de Acción Climática
La COP30 realizó el evento de alto nivel de la Agenda Mundial de Acción Climática (AMC), una instancia clave destinada a reconocer los progresos alcanzados y celebrar los logros de la Agenda de Acción de la COP30, que integra 117 Planes para Acelerar las Soluciones (PAS). El encuentro, que tuvo lugar en el Salón Plenario de Tocantins, reunió a representantes de alto rango: las Presidencias de la COP29 y la COP30, el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, los Campeones de Alto Nivel sobre el Clima, delegaciones de Partes, organismos internacionales y actores no gubernamentales.
El evento subrayó la urgencia de avanzar en la implementación climática global y el rol de la AMC como un marco multisectorial coordinado, capaz de aprovechar el aprendizaje y las alianzas construidas en la última década.
Una agenda diseñada para acelerar lo que funciona
La Agenda de Acción de la COP30 se creó para dar coherencia, escala y velocidad a los esfuerzos iniciados desde la COP21, unificando coaliciones previas en un marco articulado que prioriza la implementación, la transparencia y los resultados verificables. Durante el evento, se celebró el progreso alcanzado por este enfoque renovado, que permite identificar y acelerar estrategias efectivas en materia climática.
“Este es el espíritu de Mutirão: el esfuerzo colectivo que define esta COP y que espero defina los próximos cinco años de acción climática global”, afirmó Dan Ioschpe, Campeón de Alto Nivel sobre el Clima de la COP30. “Todos los presentes forman parte de ello”.
Soluciones que ya transforman territorios y comunidades
Los organizadores remarcaron que las comunidades más vulnerables enfrentan cada vez con mayor intensidad los impactos del cambio climático. Tanto el primer Balance Mundial como el último Informe de Síntesis de las NDC indican que, pese a los avances, aún se requiere plena implementación de los compromisos actuales y un aumento sustancial de la ambición para garantizar un futuro justo y habitable.
La Agenda de Acción Climática impulsa soluciones adaptadas a las realidades locales, generando transformaciones visibles en la vida cotidiana:
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vehículos eléctricos en los hogares,
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paneles solares en techos de todos los continentes,
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ampliación del uso de iluminación LED,
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incorporación de envases sostenibles.
Estos avances muestran cómo los acuerdos negociados se traducen en cambios reales, aunque también dejan en evidencia la necesidad de una transición justa que garantice que los beneficios lleguen a todas las comunidades.
Cooperación internacional: un camino probado, pero aún insuficiente
Uno de los datos más destacados del evento fue la evidencia de que la cooperación global funciona: hace una década, el mundo se encaminaba a un aumento de temperatura cercano a los 4 °C, mientras que hoy, gracias a la acción climática colectiva, esa trayectoria se ha reducido a aproximadamente 2,6 °C. Aun así, el balance general fue claro: las metas siguen lejos y es indispensable acelerar la implementación.
“Para acelerar la implementación, necesitamos una coalición de países dispuestos a colaborar, y un enfoque que involucre a toda la sociedad”, sostuvo Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30. “Los compromisos no pueden cumplirse sin el sector privado, los inversores, los gobiernos subnacionales y todas nuestras comunidades”.
Resultados en escala: más iniciativas y más impacto
Durante los últimos meses, las Presidencias y los promotores de la COP29 y la COP30 impulsaron 482 iniciativas lanzadas en la conferencia anterior para demostrar avances concretos en su implementación. El impacto quedó reflejado en un dato significativo: seis veces más iniciativas reportaron resultados medibles en comparación con la COP previa.
Este aumento evidencia una aceleración real de la acción climática, con efectos tangibles en hogares, granjas, centros de salud y ciudades alrededor del mundo.
Con este evento, la COP30 reafirmó que la acción climática global está avanzando, pero también dejó un mensaje firme: la velocidad actual no es suficiente, y solo un esfuerzo colectivo —el espíritu de Mutirão— permitirá alcanzar las metas necesarias para proteger el futuro del planeta.