Residuos industriales sin control: solo el 7% recibe tratamiento adecuado en Argentina

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Durante 2023, en Argentina se generaron 18,2 millones de toneladas de residuos industriales. Sin embargo, apenas el 7,1% —equivalente a cerca de 1,29 millones de toneladas— recibió un tratamiento adecuado. El resto, más del 90%, tuvo un destino incierto, muchas veces en basurales clandestinos, según un informe difundido por la Cámara Argentina de Tratamiento de Residuos Industriales para la Protección Ambiental (CAITPA).

Este dato alarmante refleja una problemática estructural en el modelo productivo argentino: la falta de gestión adecuada de residuos industriales, con el consecuente impacto ambiental. Frente a esta situación, algunas empresas empiezan a marcar un camino diferente, integrando procesos sostenibles y estrategias de economía circular.

Uno de los ejemplos más destacados es Hongos del Pilar, una empresa con más de 40 años de trayectoria, especializada en el cultivo de champiñones blancos y portobellos. Con foco en la producción local, de calidad y con bajo impacto ambiental, se ha convertido en una referencia dentro del sector agroalimentario.

“Estamos trabajando hoy con la mirada puesta en nuestro futuro”, afirma Marcos Calderon, gerente general de la compañía. Su modelo de producción se basa en la reutilización de subproductos orgánicos provenientes de otras industrias —como la avícola y la equina—, que son compostados para convertirse en sustrato fértil para el cultivo de hongos.

Este enfoque permite no solo evitar la disposición de residuos orgánicos, sino también generar valor en cada etapa del proceso. Tras la cosecha, el sustrato restante se recomposta nuevamente y se utiliza como insumo en cultivos agrícolas, frutales o jardinería, cerrando un ciclo productivo regenerativo. “Transformamos un residuo en una oportunidad, cerrando el ciclo con responsabilidad”, destaca Calderon.

El modelo de Hongos del Pilar cobra aún más relevancia en un contexto de cambio en los hábitos alimentarios: según un informe de Kantar, el 48% de los hogares argentinos busca reducir su consumo de carne incorporando más vegetales a su dieta. En ese sentido, los hongos se posicionan como una opción saludable, versátil y con baja huella ambiental.

Mientras el país enfrenta serios desafíos en la gestión de residuos industriales, casos como este muestran que sí es posible producir con responsabilidad y visión a largo plazo. Con innovación, compromiso y sustentabilidad, Hongos del Pilar demuestra que los alimentos del futuro pueden ser buenos para las personas y también para el planeta.