Silvia Battilana: “En San Cristóbal la sustentabilidad dejó de ser un área para convertirse en gestión”
Especialista en Sustentabilidad y Relaciones con la Comunidad del Grupo San Cristóbal, Silvia Battilana cuenta cómo se construyó el octavo Reporte de Sustentabilidad de la compañía —el primero que integra la operación de Uruguay— y por qué la transparencia, la trazabilidad y el rol social del seguro dejaron de ser un complemento para convertirse en parte del corazón del negocio.
—Para empezar, ¿cuál es tu rol dentro del Grupo San Cristóbal y desde cuándo estás en esta área?
—Trabajo como especialista en sustentabilidad y relaciones con la comunidad del grupo. Ya llevo varios años en el área y en todo este tiempo fuimos consolidando una estrategia cada vez más integrada al negocio. Hoy la sustentabilidad atraviesa todo lo que hacemos.
—Este es un nuevo Reporte de Sustentabilidad. ¿Qué edición es y qué representa para la compañía?
—Es la octava edición. Son ocho ejercicios consecutivos reportando, y eso dice mucho. Habla de continuidad, de aprendizaje y de madurez. La sustentabilidad dejó de ser algo accesorio y pasó a ser una herramienta real de gestión.
—¿Con qué estándares internacionales trabajan hoy?
—Usamos estándares internacionales como SASB, que está más enfocado en indicadores financieros con impacto en sostenibilidad, y GRI, que aborda los indicadores ambientales, sociales y de gobernanza más específicos. Además, somos parte del Pacto Global de Naciones Unidas en Argentina y adherimos a los Principios de Empoderamiento de la Mujer.
—Este año hay una novedad clave: la integración de Uruguay. ¿Cómo fue ese proceso?
—Fue todo un desafío. Es el primer ejercicio en el que integramos a Uruguay en el reporte del grupo. Ellos trabajan con año calendario y nosotros cerramos de junio a julio, así que hubo que armonizar tiempos y datos. Pero ya veníamos haciendo muchas cosas en conjunto y era importante empezar a mostrar esa integración. Para nosotros es un hito.
—El grupo tiene muchas unidades de negocio distintas. ¿Cómo se logra una mirada común?
—Ese es uno de los grandes valores del reporte. Tenemos seguros generales, retiro, servicios financieros, Asociart ART, la operación en Uruguay, Iunigo con realidades muy distintas. El desafío es encontrar una narrativa que las atraviese a todas y refleje una identidad común como grupo.
—¿Cómo se recopila toda esa información?
—Con mucho trabajo en equipo. En este ejercicio participaron 45 personas referentes de distintas áreas, lo que llamamos el “equipo operativo”. Ellos aportan la información y nosotros nos encargamos de ordenarla, darle coherencia y alinearla a la estrategia, que se estructura en tres grandes dimensiones: negocio, personas y comunidad.
—Eso habla de un compromiso interno importante.
—Totalmente. Al principio hay mucho de invitar, explicar y convencer. Hoy la sustentabilidad ya está integrada al negocio. El armado del reporte va casi en paralelo al cierre del ejercicio económico y se nutre de la misma información que usamos para la memoria y el balance.
—¿Qué diferencia a este reporte de los primeros?
—Hoy el reporte es una herramienta de gestión. No se trata de contar acciones aisladas, sino de mostrar datos, objetivos, indicadores y trazabilidad. Además, todos los años capacitamos al equipo para mejorar la calidad de la información que reportamos.
—Hablás mucho de transparencia y trazabilidad. ¿Por qué son tan importantes?
—Porque un buen reporte tiene que ser honesto. Hay indicadores que mejoran y otros que no, y eso también hay que mostrarlo. Si no hay transparencia, el reporte no sirve ni para gestionar ni para tomar decisiones.
—¿Qué resultados concretos refleja el reporte en materia ASG?
—Los avances son muy claros. Hoy tenemos 1.851 colaboradores en Argentina y Uruguay, y crecimos un 37% en horas de capacitación, con un promedio de 19 horas por persona.
En salud y seguridad operamos 6 centros médicos y una red de más de 9.200 prestadores, que dan cobertura a más de un millón de trabajadores asegurados por ART, lo que tiene un impacto social enorme.
En términos de negocio, administramos una cartera de seguros de $175.000 millones, con más de 3,1 millones de pólizas activas, junto a una red de 10.773 productores asesores, que son clave para llegar a los clientes.
También seguimos avanzando en diversidad e inclusión, con 9 clubes de mujeres, y consolidamos nuestra presencia regional con más de 65.000 asegurados en Uruguay. Son números, sí, pero detrás hay una gestión pensada a largo plazo.
—¿Cuáles dirías que son los ejes centrales de este reporte?
—Uno muy fuerte es el rol social del seguro. Este año lo trabajamos especialmente, incluso con un anexo sobre el caso de Bahía Blanca. En un contexto de cambio climático y eventos extremos, el seguro es clave para que personas y empresas puedan volver a ponerse de pie. No es solo pagar un siniestro: es prevenir, acompañar y generar resiliencia.
—¿Cómo se refleja eso en la estrategia de negocio?
—Por ejemplo, en el mapeo de la cartera de inversiones para evaluar riesgos climáticos. Es la tercera edición que hacemos este análisis y se nota una evolución clara en cómo invertimos y cómo se toman las decisiones.
—¿Y en la dimensión personas?
—Trabajamos mucho en liderazgo. A partir de la encuesta de clima lanzamos programas específicos, uno enfocado en empoderar mujeres en roles de liderazgo y otro más general para líderes del grupo.
—¿Qué pasa con el vínculo con la comunidad?
—Ahí se destaca el plan de inversión social privada y, sobre todo, la primera edición del Premio Grupo San Cristóbal de Impacto Social. Recibimos más de 500 postulaciones y otorgamos 30 millones de pesos. Fue una experiencia que superó ampliamente lo que esperábamos.
—En lo ambiental, ¿qué acciones te parecen más relevantes?
—Tenemos un plan ambiental muy sólido. Trabajamos en Misiones, en el Bosque Atlántico, donde ya plantamos más de 750 árboles nativos junto a la organización Baika. Todo está geolocalizado y monitoreado, incluso con cámaras trampa para fauna. Además, gestionamos huella ambiental, residuos, eventos sostenibles y campañas de concientización.
—Si tuvieras que elegir un hito del reporte, ¿cuál sería?
—Es difícil elegir uno solo. La integración de Uruguay fue clave, el fortalecimiento del capítulo de compliance también. Pero, sobre todo, destaco la narrativa integrada del grupo. Cualquiera que lea el reporte puede entender quiénes somos y cómo gestionamos la sustentabilidad.
—Para cerrar, ¿cuáles son los desafíos que vienen?
—Estamos recalibrando la estrategia. La 2020–2025 ya se cumplió y ahora estamos pensando el período 2025–2028. El negocio cambió mucho, así que toca revisar objetivos, ajustar iniciativas y dejar atrás algunas cosas. Es un proceso profundo, pero necesario para seguir avanzando con coherencia y solidez.
