Panamá: un destino donde la sostenibilidad guía cada viaje
En Panamá, la sostenibilidad no es una tendencia, sino una forma de entender el viaje. Entre selvas tropicales, playas protegidas y comunidades ancestrales que viven en armonía con su entorno, el país avanza con pasos firmes hacia un modelo de turismo que protege, regenera y conecta.
Comprometido con la conservación ambiental, Panamá ha superado la meta global 30×30, que busca proteger al menos el 30% de las áreas marinas del planeta antes de 2030. Hoy, más del 50% de sus océanos se encuentra bajo alguna categoría de protección. La expansión del Parque Nacional Marino Coiba, declarado Hope Spot por Mission Blue, triplicó su superficie y reafirmó el liderazgo del país en la protección de la biodiversidad marina.
Coiba es un verdadero santuario natural: puerta de entrada al arrecife de coral más grande del Pacífico Oriental Tropical, donde bucear o navegar se convierte en una experiencia que combina aventura y conservación.
En tierra firme, Panamá ofrece escenarios naturales únicos. El Parque Internacional La Amistad, Patrimonio Mundial de la UNESCO, y el Parque Natural Metropolitano, un bosque tropical dentro de la capital, son ejemplos de cómo la naturaleza y la vida urbana pueden coexistir en equilibrio. Caminatas por bosques nubosos, avistamiento de aves y experiencias con comunidades locales permiten vivir un turismo auténtico y transformador.
Las playas panameñas también son refugio de vida. Más de 200 sitios de anidación de tortugas marinas son protegidos por organizaciones y comunidades locales. En lugares como Mata Oscura o Isla Cañas, los visitantes pueden participar en programas de conservación, liberación de crías o actividades de voluntariado ambiental a través de la Red SOSTUR, que conecta a los viajeros con experiencias regenerativas.
En Bocas del Toro, el turismo se convierte en un puente entre naturaleza y cultura. En la comunidad Ngäbe Buglé, los visitantes exploran cascadas escondidas, aprenden sobre el cacao artesanal y descubren tradiciones que han protegido los bosques durante generaciones. Cada visita impulsa el desarrollo local y fortalece la conservación.
Con dos océanos, 18 parques nacionales y una herencia multicultural diversa, Panamá no solo es un destino: es una experiencia viva de sostenibilidad en acción. Viajar aquí significa ser parte del equilibrio entre naturaleza, cultura y comunidad, donde cada paso deja una huella positiva.