Rio Tinto refuerza su apuesta por el litio y proyecta una expansión clave en Argentina para 2028

Rio Tinto Litio

La multinacional minera Rio Tinto reafirmó su estrategia de expansión en el mercado global del litio, al destacar el “enorme crecimiento” de la demanda proyectada, especialmente para baterías estacionarias, un segmento clave en la transición energética. El director ejecutivo de la compañía, Jakob Stausholm, aseguró que la empresa está entrando al negocio “en el momento justo”, tras presentar sus resultados semestrales.

“Todos los fundamentos nos indican que desarrollaremos un negocio increíble en los próximos años”, expresó Stausholm, en referencia a las inversiones en marcha y a las nuevas adquisiciones que posicionan a Rio Tinto como un actor central en el sector del litio.

Uno de los focos más importantes de esta expansión es Argentina, donde la minera avanza con el proyecto Rincon, ubicado en la provincia de Salta, que fue el primero en obtener la aprobación dentro del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), promovido por el Gobierno nacional. La inversión proyectada alcanza los 2.700 millones de dólares, con una vida útil estimada en 40 años.

Rincon será un activo estratégico en la cadena global de suministro de litio de alta calidad, al contar con una capacidad total proyectada de 60.000 toneladas anuales de carbonato de litio grado batería, compuesta por una planta inicial de 3.000 toneladas y una expansión que sumará otras 57.000 toneladas. Se espera que la producción comience en 2028, con una curva de crecimiento de tres años hasta alcanzar su capacidad máxima.

Desde la empresa aseguran que el desarrollo del proyecto generará un fuerte impacto positivo en las economías regionales, a través de la creación de empleo local y oportunidades para proveedores y pymes del sector minero.

Además de Rincon, Rio Tinto amplió su presencia en el país al adquirir el productor estadounidense Arcadium Lithium por 6.700 millones de dólares, lo que le permitió formar Rio Tinto Lithium y sumar activos de gran escala en Argentina, como Salar del Hombre Muerto, Olaroz, Sal de Vida y Cauchari. La meta: superar las 200.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE) para 2028.

También avanza con alianzas estratégicas en Chile, junto a entidades estatales, lo que refuerza su ambición de convertirse en uno de los principales proveedores de litio a nivel global, en un contexto de creciente demanda por tecnologías limpias, movilidad eléctrica y almacenamiento de energía renovable.

Mientras el mundo discute cómo acelerar la transición energética, Rio Tinto acelera inversiones concretas en América del Sur. El norte argentino se consolida así como un territorio clave para la minería del futuro, con el desafío de asegurar que ese desarrollo sea socioambientalmente responsable y sustentable para las comunidades locales y los ecosistemas de los salares.