Argentina se perfila como potencia del cobre: podría representar el 21% de la producción sudamericana hacia 2050

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Argentina tiene el potencial de convertirse en uno de los principales actores en la producción de cobre en Sudamérica, con una participación proyectada de hasta el 21% del total regional hacia 2050. Así lo indica un informe reciente de la consultora GEM Mining Consulting, que analiza el desarrollo futuro del sector minero a nivel global.

Este pronóstico refuerza la visión optimista que se ha instalado en el sector minero argentino. Según estimaciones de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), las inversiones en proyectos de cobre y litio podrían duplicar los empleos del sector en los próximos años. Actualmente, la minería genera unos 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos, y esa cifra podría escalar a 200.000, con la posibilidad de superar los 250.000 empleos en una etapa más avanzada.

Una oportunidad estratégica en el mapa del cobre

El estudio de GEM Mining Consulting analizó 115 proyectos mineros a nivel mundial previstos entre 2022 y 2050. De ese total, 43 están ubicados en Sudamérica, una región que, pese a tener menos proyectos que otras zonas del mundo (72), se mantiene competitiva gracias a la alta concentración de cobre en sus yacimientos, lo que favorece la eficiencia y la escalabilidad de la producción.

En ese contexto, Argentina gana protagonismo con cinco proyectos clave: El Pachón, Josemaría, Los Azules, MARA y Taca Taca, programados para entrar en operación entre 2027 y 2050. De concretarse, estos desarrollos podrían reposicionar al país como un nuevo jugador de peso en el mercado global del cobre, sumándose a los históricos líderes regionales: Chile y Perú.

Claves para el desarrollo: conocimiento, regulación e inversión

Aunque parte en desventaja frente a países con décadas de experiencia en la minería del cobre, Argentina tiene una oportunidad histórica de acortar la brecha. Para lograrlo, deberá superar varios desafíos estratégicos. Catalina López, ingeniera especializada de GEM y autora del informe, señala tres pilares fundamentales: el desarrollo de conocimiento técnico específico en cobre, la consolidación de un marco regulatorio sólido que garantice una explotación ambiental y socialmente responsable, y la capacidad de atraer inversiones extranjeras y tecnología de punta.

“Argentina necesita avanzar en la formación de expertos en cobre, como ya lo ha hecho con el litio”, señala López. “La colaboración regional con Chile y Perú, sobre todo en transferencia de tecnología y know-how, puede ser una vía rápida para acelerar el aprendizaje y aprovechar las oportunidades del mercado global”.

Un futuro prometedor, con cooperación regional

La posibilidad de que Argentina se convierta en un actor relevante en la producción de cobre no solo implica un impulso económico, sino también una oportunidad de posicionarse en la transición energética global, donde el cobre juega un rol clave como insumo para tecnologías limpias.

El camino no está exento de desafíos, pero el potencial es claro. Con planificación, inversión y cooperación regional, Argentina podría convertirse en una pieza estratégica en el nuevo mapa del cobre sudamericano.