El deshielo de los glaciares avanza y pone en riesgo reservas vitales de agua dulce

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El deshielo de los glaciares ha aumentado de manera alarmante en los últimos años, poniendo en riesgo reservas estratégicas de agua dulce. En Argentina, aunque estos ecosistemas están protegidos por ley, las presiones del sector minero persisten.

Los glaciares desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y resguardan el 70% del agua dulce en forma de nieve o hielo. Sin embargo, Naciones Unidas ha advertido que, debido al cambio climático, están derritiéndose a un ritmo acelerado. En respuesta a esta crisis, el organismo ha declarado al 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares.

Un reciente estudio publicado en la revista Nature el 19 de febrero de 2024 reveló que, entre 2000 y 2023, los glaciares perdieron en promedio 273.000 millones de toneladas de hielo por año, lo que confirma la urgencia de tomar medidas para su protección.

Protección legal bajo amenaza en Argentina

En Argentina, los glaciares están protegidos por la Ley 26.639, conocida como Ley de Glaciares, que fue debatida y sancionada por el Congreso en dos oportunidades (2008 y 2010) tras un amplio debate público con la participación de expertos. La norma establece presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y el ambiente periglacial con el objetivo de preservarlos como reservas estratégicas de agua dulce para el consumo humano, la agricultura, la recarga de cuencas hidrográficas, la investigación científica, el turismo y la biodiversidad.

A lo largo de los años, el sector minero ha intentado modificar esta legislación en reiteradas ocasiones. La última de ellas ocurrió en enero de 2024, cuando se propuso cambiar la normativa vigente a través del proyecto de Ley Ómnibus para habilitar la actividad económica en la zona periglacial. Sin embargo, esta iniciativa no prosperó debido al rechazo conjunto y masivo de 150 organizaciones ambientales.

Además, a fines de 2024, en la provincia de Mendoza, la Ley 9588 aprobó las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) de 34 proyectos mineros de exploración en el departamento de Malargüe. La mayoría de estos proyectos están orientados a la minería de cobre, aunque también se encuentra uno de uranio. Durante la evaluación de impacto ambiental de MDMO, el Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA) presentó un dictamen técnico alertando que las exploraciones podrían afectar el ambiente glaciar y periglacial que alimenta las nacientes del río Colorado, una cuenca interprovincial que atraviesa Neuquén, Río Negro, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires.

Retroceso de los glaciares y sus consecuencias

El informe de Transparencia presentado por Argentina ante la ONU en diciembre de 2024 también menciona el retroceso de los glaciares en el país. El documento señala que “el aumento de la temperatura ha generado también un retroceso de casi todos los glaciares de los Andes patagónicos entre los 37° y 55° S durante las últimas décadas. 48 de los 50 principales glaciares del Campo de Hielo Patagónico Sur presentaron una creciente disminución de la superficie de hielo”.

La afectación de los glaciares y el área periglacial tendría impactos ambientales, sociales y económicos significativos, ya que su rol es fundamental para alimentar el caudal de los ríos, de los cuales dependen múltiples actividades productivas. Frente a este panorama crítico, no podemos permitir que los intereses de las empresas privadas se sobrepongan a la preservación de los ecosistemas y las fuentes de vida de todos los argentinos.

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