Toyota recicla el 100% del vidrio dañado en su planta de Zárate y marca un hito en la industria automotriz argentina

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Junto a Pilkington, la automotriz japonesa implementó un sistema de logística inversa que permite reutilizar más de 16 toneladas anuales de vidrio, reduciendo emisiones y promoviendo la economía circular.

Toyota Argentina se convirtió en la primera automotriz del país en reciclar la totalidad del vidrio dañado generado durante su proceso productivo. La iniciativa, desarrollada en conjunto con la empresa Pilkington —líder global en la producción de cristales para la industria automotriz—, permite recuperar más de 16 toneladas de vidrio por año en la planta de Zárate. Este material es destinado a la fabricación de nueva materia prima para vidrio plano, que luego puede reutilizarse en diversos procesos productivos.

El proyecto forma parte de la estrategia de sostenibilidad de Toyota y su compromiso con la movilidad sustentable. La clave del sistema es la logística inversa: los camiones que abastecen de cristales a la planta de Zárate regresan a Pilkington cargados con el vidrio descartado, lo que optimiza el transporte y permite ahorrar 9.600 kilos de CO₂ anuales.

“El reciclaje de vidrio en la industria automotriz es un proceso complejo, como nos señalaron desde Japón en nuestras reuniones con la casa matriz”, explicó Eduardo Kronberg, Gerente General Regional de Sustentabilidad de Toyota Argentina. “Pero entendimos que este desafío lo podíamos afrontar con Pilkington, con quien colaboramos desde 1997, y logramos que hoy nuestros residuos se transformen en nuevos parabrisas.”

Además de los beneficios ambientales, ambas compañías aseguran que la calidad y resistencia de los cristales reciclados se mantienen intactas, cumpliendo con los estándares de seguridad exigidos para los parabrisas automotrices. El vidrio laminado utilizado está compuesto por dos capas de vidrio unidas por una lámina de Poli Vinil Butiral (PVB), que actúa como barrera de protección ante impactos y evita que los fragmentos se desprendan en caso de rotura.

El proceso de reciclado incluye una etapa clave de adecuación, en la cual se separan los restos de polímero antes de que el vidrio sea fundido nuevamente. Los “cascotes” o fragmentos se muelen y se reintegran en los hornos de producción de vidrio plano, demostrando que el material puede tener múltiples ciclos de vida sin perder sus propiedades esenciales.

Desde 2023, Toyota y Pilkington desarrollan un plan de manejo responsable del vidrio desde su generación hasta su reingreso en la cadena de valor, incluyendo protocolos seguros para la manipulación, carga y descarga del material. Esto permite una trazabilidad completa del residuo reciclado y refuerza el compromiso de ambas compañías con una industria automotriz más limpia y circular.

Con este avance, Toyota no solo reduce el impacto ambiental de sus operaciones, sino que también establece un modelo replicable para otras terminales automotrices que buscan adoptar prácticas más sustentables.